El aumento del volumen de la encía debe ser estudiado por un Periodoncista ya que es la Periodoncia la disciplina que trata lo inherente al diagnóstico, prevención y tratamiento de las alteraciones de los tejidos que circundan al diente o al implante dental, entre ellos: la encía.

Nuestra formación en Periodoncia Estética e Implantología, la actualización continuada y el ejercicio de estas disciplinas, pueden justificar los pacientes que nos han consultado por el agrandamiento de la encía, ya sea localizado o generalizado, ameritando un relevamiento clínico en nuestro Consultorio. El que más motiva la consulta es el agrandamiento no inflamatorio que  puede ser inducido por fármacos, entre otras causas.

Algunos de los medicamentos que producen esta alteración son:

• Ciclosporina A, es un inmunosupresor que se indica en pacientes transplantados
• Difenilhidantoinato de sodio (fenitoína) un anticonvulsivante generalmente indicado en pacientes epilépticos.
• Pirimidona
• Nifedipina, indicado en pacientes hipertensos
• Valporato de sodio para pacientes con trastornos cardiocirculatorios
• Bleomicina, que es un anticancerígeno

   Pacientes Tratados con CICLOSPORINA 

 Pacientes Tratados con COMITOINA

Clínica de la lesión

Al examinar al paciente podemos observar que la lesión se manifiesta en uno o ambos maxilares, es de color rosado y a veces rojizo, densa y fibrosa, con lobulaciones, en algunos casos con tendencia a la hemorragia, y generalmente ubicada en sectores interdentarios con preferencia en zona anterior de la boca.

En ocasiones se nos han presentado pacientes en que la evolución, sin tratamiento de la lesión, hacía que la encía cubriera casi totalmente sus piezas dentarias, lo que les afectaba, estética, psicológica y funcionalmente.

Se considera que la presencia de la placa bacteriana, por carencia de una higiene correcta, no es determinante pero incidiría agravando el cuadro clínico.

Es importante destacar que esta afección no se presenta en todos los pacientes que consumen las drogas mencionadas. Generalmente, una vez que la droga logra una determinada concentración en sangre, y luego de 1 a 3 meses de administración de la misma se desarrolla la lesión en los pacientes propensos a la misma, adquiriendo su mayor expresión al año, no relacionándose con la dosis ingerida. Si es sustituido el medicamento, la lesión puede revertir total o parcialmente en forma paulatina, pero de reinstalarse la dosis del fármaco causante, la lesión reaparece por lo general. A su vez, si por causas sistémicas se administra en forma combinada dos o más fármacos que inducen el crecimiento gingival, el efecto clínico es más severo.

Tratamiento

Sin duda el incremento de pacientes requiriendo el tratamiento de estas lesiones nos permite jerarquizar el tema, permitiendo la prevención y la implementación de un plan de tratamiento adecuado para cada caso en particular, relacionándonos interdisciplinariamente con el médico tratante de la patología que presenta el paciente. El tratamiento ideal es el que permite eliminar la causa y su mecanismo de acción, eso hace que el manejo del paciente medicado con estos fármacos requiera un tratamiento odontológico especial, preventivo y terapéutico.

Preventivo: Determinado por un protocolo que comprende reconsideración y corrección de los hábitos de higiene oral, eliminación de sarro y placa bacteriana, y controles periódicos que permitan mantener en el tiempo la salud lograda.

Terapéutico: Instaladas pautas terapéuticas básicas, y retirando o sustituyendo el fármaco por prescripción del médico tratante, que pueda hacer remitir total o parcialmente el aumento de volumen gingival, se realiza una cirugía plástica gingival, que permite la corrección en forma y arquitectura de la encía, o bien por medio de la radiocirugía, tecnología que permite una lesión postoperatoria que generalmente pasa inadvertida. De esta forma pueden ser tratados ambos maxilares en el mismo procedimiento quirúrgico, reduciendo así el tiempo intra operatorio

Conclusiones 

La hiperplasia gingival es una condición patológica peculiar que se encuentra como efecto colateral de un paciente en tratamiento con drogas que inducen el crecimiento de la encía. Reconociendo el valor de la droga, que en algunos casos la hacen insustituible, se considera la lesión como un efecto secundario, que condiciona al paciente a la visita periódica a nuestro consultorio. 

La hiperplasia gingival es una reacción adversa asociada al uso sistémico de algunos fármacos. Por el momento, no se conoce con precisión su patogénesis ni su etiología, se cree que su etiología es multifactorial. Si bien es cierto que todos los cuadros clínicos desarrollados por los distintos fármacos descritos son diferentes, debemos reconocer además que cada paciente le imprime su terreno biológico particular, haciéndolo un caso clínico único, y especial para tratar, pero con la firme convicción de que siempre es posible mejorar su salud bucal y por ende su calidad de vida.